viernes, octubre 06, 2006

Noche de Bolos-Carlos

Pues no estuvo nada mal nuestra salidita nocturna, es más nada mal y cómo no si somos expertos en diversión.
El principio de la noche no me pintaba muy bien, casi fuí bateada, luego, una camisa de color peculiarmente irritable a mis ojos que El portaba, iría contra mis creencias de que el color "rosa" es un atentado a la masculinidad, ofendería mi ego; sin embargo, durante el camino a Metrobol intentaba mentalizarme para dar una explicación mas o menos lógica, aunque no la encontraba, y así barrermela con mis amigas.
Todo resultó ser una broma de mal gusto hecha por el Licenciado, al llegar, se cambió por una camisa linda de rayas rojas y blancas.
Comenzamos a jugar, esta vez no sería mi mejor noche en los bolos puesto que no juego desde la última vez que estuvo medio agüitada. Superman nos rebasaba y era su primera vez, cosa que nos frustraba, luego Gil ascendió y fué el único en lograr rebasar el "pendejómetro"; Luis Edgar por más que intentaba no conseguía puntos por el afán de impresionar mandando la bola con efecto; siempre he dicho que lo importante son los puntos, el consuelo era ir siempre a la delantera de Ale, quien, creemos no ha entendido que se le debe tirar a los pinos y no a la canal. No me fué tan mal, le gané a Superman y quedé lejísimos de Ale.
Brindar por los integrantes que por vez primera se integraban al equipo de bolos: Marco (Superman), Agustín (primo de Gil), Jimmy (el nuevo compañero de parranda).
En seguida, lo divertido de ir a bailar al Carlos´n Charles, Él se desvió a una reunión, lo bueno fué que prometió, con un beso, llegar mas tarde a nuestro destino ¡Ah cómo tenía ganas de un beso!.
El lugar estaba hasta el queque pero el ambiente era muy adoc a nuestro estilo.
Tuvimos la buena suerte de encontrar una mesa sola con una cheve casi llena y unos cigarros que Gil se tomó y discretamente puso en mi bolsa, de rato el dueño tuvo que pedir uno a un mesero ¡Lástima, el que se va a la villa...".
Luego unos tipos gringos con cara, cuerpo y porte de Lex Luthor (quien sabe si lana también), tenían un espectáculo que era imposible dejar de verlos, Ale y yo necesitamos ir al tocador y de regreso uno de los Lex tocó mi punto débil, las costillas. Me enojé y asusté, ta bien que una ande de coqueta para sus adentros pero de ahí a que me toqueteen sin mi consentimiento, nooooo.
Tristeamos por no tener una cámara para capturar esos momentos de extrema felicidad y relajación, que pocas veces se obtienen.
Apareció, bailamos, disfruté cada momento, el lugar, la música, la iluminación, su presencia, la mía.
La noche terminó y fué necesario hablar, quizá los mejores momentos se vean un poco empañados con este tipo de pláticas, pero necesito disipar esas "extrañas sensaciones" de las que hablé antes, ser o no ser, estar o no estar, derecho u obligación, o ninguna de las dos. Hay conductas y acciones que me hacen pensar que sí pero...
Pronto vendrán las respuestas, una por una, espero, sin precipitarse.
No quiero provocar lo que no quiero que suceda, tal vez lo esté haciendo; sin embargo me siento en la necesidad de preguntar, de aclarar muchas cosas, no quiero seguir interpretando.
"Y así se decidió buscarlo y por instinto lo encontró, cuando lo vió bajó la guardia y se debilitó"

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