viernes, junio 30, 2006

Coincidir...

Ayer después de terminar con mis labores de hija haciéndole mandados a mi madre para tenerla contenta, continúe con mis labores como estudiante; necesitaba terminar un reporte que debí haber entregado hace dos semanas. ¿Por qué no lo he entregado?, pues porque necesitaba unos manuales que no tengo, la hueva me lo impedía y muchas otras cosas mas.

Ayer le avance un buen, pero fui a casa de Gil y Servando por el libro que necesitaba; en el camino pase por el GYM al que van el innombrable y Servando para cerciorarme de que éste ultimo no estaba ahí y si estaba pedirle las llaves de su casa para ir por mi libro, pero no estaba él, al que encontré fue al otro “tipejo” pero no me vio.
Llegué a casa de Servando y me abrió con cara de dormido y es que ese día como otras veces no había querido ir al GYM. Comenzamos a buscar el libro por aquí y por allá, platicando de los últimos eventos, de la fiesta de Gil, de sus aventuras en Muzquiz etc, etc., y no encontramos el libro. Me fui porque, sinceramente, no hay un buen tema de conversación entre Servando y yo y no se a que se deba puesto que no hay una razón para que no nos la pasemos bien. Pero el es un tipo que siempre se quiere estar luciendo y yo soy una tipa que siempre quiere estar “chingando” (en el buen sentido de la palabra) a tipos como él, así que creo que es por eso que las cosas no mas no se dan.

Por este motivo me despedí y me fui, justo en el momento preciso para estar en el lugar exacto para encontrarme, sin saber, con el innombrable.

La calle en la que vive Servando es una calle muy pequeña y con muchos carros por lo que, a mi, se me dificulta dar vuelta con mi lancha en esa calle y, como sabía que el innombrable no estaría en su casa y por lo tanto no abría alguna posibilidad de verlo, decidí irme por su calle que también es la que sale directito a mi casa.
Pero oh, oh, justo a mitad de la calle el tipo va dando vuelta, mi respiración se comenzó a agitar y pensé “esto no es nada bueno”. Nos paramos y bajamos nuestros respectivos vidrios para saludar, apenas habíamos cruzado unas cuantas palabras cuando la lluvia se hizo mas fuerte y me despedí antes de que él lo hiciera, nos mandamos un beso desde nuestros lugares y arranqué mi coche a toda velocidad a mi casa.


Yo insisto en que el destino debe tener “algo” ya sea en mi contra o en mi favor, esto aún no lo acabo de comprender, pero, de que por algo pasan las cosas por algo pasan las cosas.

Lo que me intriga es por qué siempre estoy en el momento justo, en el lugar preciso y a la hora adecuada para que las cosas, las personas y las situaciones “coincidan” conmigo.

2 comentarios:

Vicky ZR dijo...

(8) Coincidencias tan extrañas de la vida, tantos siglos, tantos mundos, tanto espaciooooooo y coiiincidiiiiiiiir (8)

Luna dijo...

Si nos ponemos a pensar porque suceden las cosas o porqué uno siempre tiene q estar cuando suceden... llego a la conclusión de que si!, por algo pasan, pero por qué??? simplemente, no tendría respuestas ni comentarios... No se cual sería la etiología de esas cosas! jejeje...

saludos...

pero aveces que bien se siente uno cuando ya sucedieron...:D

Sé q eres fuerte mi querida compañera, y una buena persona!!

a disfrutar pues... SIN DROGAS YA!!

PD. ya posstieeeé en lo de la velada ;)