Lo que no sirve, a la...¡¡¡BASURA!!!

Hoy, despúes de ver el juego y a pesar del tantísimo sueño que me invadía por haberme dormido a las 4 am, decidí hacer limpieza en mi casa para eso de que mi madre no diga que no hago nada. Aunque bueno nada mas alcancé a limpiar mi cuarto, estaba tan pero tan cohino que saque dos bolsas de basura "costalitos" grandes de todo el mugrero que tenía acumulado desde que era adolescente y ya ven que de píberes todo guardamos quesque pa´ los recuerdos, bah. Me encontré de todo, hasta cosas que ni siquiera me acordaba que tenía, como cartas de mis fieles amigas, cartas de mis grandes amores, fotos, reflexiones, papelería de la prepa, calificaciones, apuntes y hasta un diario que gracias a Dios mi madre nunca se mete con mis cosas, porque cada cosa que uno hace de adolescente. Me divertí mucho con todo ello, me reí de las cursilerías, de las fotos tan divertidísimas y espontáneas que nos tomamos (porque lo seguimos haciendo), claro también lloré por las cartas y fotos de los años maravillosos y por las tragedias que escribí en mi diario. Lo que si no pude creer fué lo que me encontré abajo de lo de abajo de la basura que había abajo de mi cama (pa que se den una idea de lo puerco que estaba el lugar), un cartoncito que en muchas dinámicas o retiros se utiliza para decirles a las otras personas lo que sientes o no sientes por ellas; encontré lo que en aquél entonces sentía mi novio por mi y fué muy bonito, encontré lo que en aquel entonces sentía el innombrable por mi y también fué muy bonito y me causó mucha risa que me pusiera al final de todas las frases bonitas "ya no me caes (tan) mal". Lo peor, que no se si me dió tanta risa de coraje o de lo irónico que fué, fue que también hubiese en "mi cartón" una firma de la estúpida y horrorosa innombrable diciéndome que le caía muy bien, que me deseaba lo mejor y que nunca cambiara. Yo pensé que entre nosotras nunca había existido la hipocresía, siempre supimos los sentimientos mutuos, no nos caíamos bien pero tampoco nos odiábamos, bueno al menos yo no la odiaba ni la odio (ni que fuera tan importante, ni eso se merece la.... muchacha). El punto es que me sorprendió esa firma, que yo recuerde nunca le firmé en su cartoncito, ¿porqué estaría su firma en el mío? y ¿tan amablemente?, total arranqué los únicos 2 pedazos que me importaban y el resto lo tiré a la basura, donde merece estar. Ay! lo malo de esto fué el terrible dolor de espalda que tengo, ni modo mañana reposaré todo mi esfuerzo de hoy. Deberían ver mi cuarto quedó como si nunca hubiese estado Marisol en el, todo en su lugar como nada en mi vida jaja bueno por algo se empieza no?.