En el preciso momento...

Ayer, la desesperación de no tener nada que hacer nos hizo ir a la fiesta populachera de la iglesia del Perpetuo Socorro a la que, días antes, nos había invitado el buen chico Chuy.

Después de mis labores profesionales, que por cierto aun no termino y estoy entrando en ansiedad, esperé a que Ale y mi Mana llegaran.

Llegó Ale y minutillos después la Mana, nos íbamos pero había que mover el carro de Ale porque el vecino los golpea; no por mala onda sino porque el pobre no sabe manejar.

Ale se tardó horas esperando que la Mana se moviera y la Mana se tardó horas esperando que Ale rodeara para estacionarse, bueno no fueron horas, en realidad fueron como 10 min, que el destino aprovecho muy bien para hacerme oootra de sus jugadas.

Nos fuimos y justo en el alto que le toca hacer a mi Mana, hay un bordo por el cual iba pasando quienes pudieron haber sido mi familia, la familia del innombrable, claro sin el, y todos menos el Señor Grinch (con todo respeto) me saludaron.

Ah! Me dio un no se qué, como que alegría, como que tristeza y como que nostalgia y también como que vergüenza porque, me da gusto verlos y, al menos se ve, que les da gusto verme. Son tan lindos!!!, bueno siempre, gracias a Dios, las familias de mis novios son lindas.

Si me hubiese tardado mas en ir por mis cosas, si Ale se hubiese tardado menos en acomodar su carro o si se hubiese tardado mas; quizá esto no hubiera pasado, pero como el hubiera no existe y todos estuvimos en el preciso lugar en el preciso momento, sucedió.

La Mana sugirió que me diera una barrida con pirul, pero creemos que necesitaría el pirul entero pa´ que se me quite el Karma que el destino me ha cargado.

Lo malo de la noche es que, tristemente, la “bola” ya no canta con “Yessy y la estafa”, pero nos divertimos y reímos con la “goldita” de “la Red” grupos que tocaron en la fiesta populachesca.