Corriendo todo el día logré medio organizarme para que las cosas estuvieran a tiempo y bien hechas.
Llegaron los asistentes al concierto de Sin Bandera a mi casa, de ahí y con muchísimo frío al parque las Maravillas para el disfrute de la voz de Leonel y Noel; aprovechámos la presencia de la ñoña, amiga de Ale, para incluirnos en la fila muy muy cerca de la puerta y alcanzar un lugar menos peor que el que hubiésemos tenido.
El concierto no empezaba y nuestra sangre se cuajaba con tanto frío y, por fin después de casi una hora, el momento esperado por todos, comenzó el concierto y, en mi particular punto de vista, estuvo bien; hubo personas que hubieran preferido que los famosos tuvieran momentos de más cercanía con la gente; yo iba a escucharlos y verlos cantar y salí satisfecha; además salimos muy a tiempo para alcanzar a ver a mi ídolo el Edgar Oceransky quien también ofrecería un concierto.
Durante todo el concierto me la pasé genial a exepción de algunos momentos críticos en los que me sentía... sabe mal o mejor dicho "x" que es peor.
Pero que poco a poco se fueron limando, además cada canción alborotaba los profundos y no tan profundos sentimientos de Ale, la Mana y míos; y cantamos y gritamos y movíamos nuestras manos de un lado a otro y brotaron una que otra lagrimilla de cocodrilo, nos acordamos de gente que en su momento fué especial pero que lo que no fué no será, de los actuales y de los constantes que no siempre resultan ser los mismos.
Sin Bandera es sin bandera pero Oceransky es un tipo cuyas canciones tienen alto contenido sentimental para mi; asi que por nada del mundo me lo perdería.
Llegamos Luis Edgar y yo muy apresurados y justo al sentarnos a la mesa con Vicky y Marco, el Oceransky arriva en el esenario.

Comenzó el concierto con "Kilómetros de cielo" de Vicky para Marco, abajito, la canción que sería dedicada al licenciado y que, siempre no, ni siguió ni fué dedicada al momento de cantarla.
Me frustré pero, una vez más, no me di por vencida y, en el intermedio y con un pretexto para Luis Edgar (disque iba yo por un autógrafo), me aprusuré a entregarle mi servilletita con la canción "De carne y hueso" y de la manera más atenta y rogona que se me pudo ocurrir supliqué que la cantara ya que la otra no había resultado.
También en el intermedio corrimos los cuatro para la foto del recuerdo...

Al fin subió al ecenario de nueva cuenta y canto dos canciones, ninguna de ellas la que yo había pedido; me hice a la idea cuando, en el momento en que mis esperanzas se disiparon, saca mi servilleta de su camisa y dice: "Esta es una petición muy especial que me hicieron hace rato, quién es Luis Edgar? (el lic. quiso no tener nombre, pero muy a fuerza logró alzar su mano como queriendo y no, como confundio, como apenado, como nervioso) Luis Edgar, Marisol te quiere dedicar esta canción, son novios??? (mi expresión: DOUP!!!, mi cabeza no se movió en ninguna dirección y no pronuncié palabra alguna; el asintió con la cabeza) uuuu andale esta noche cena pancho (jajaja hubo muchas risas y, comenzó la canción:
"Hoy me haces falta en cada pedacito de la almohada en la terrible anchura de mi cama, hoy me haces falta amor en cada palpitar del corazón..."
El voltea, me ve y me abraza, así durante toda la canción, al final un lindo beso. Y conseguí lo que quería, dejarlo sin palabras. Me patrocinó el CD y me apresuré oootra vez a que me lo autografiara parece que se acordó de nuestros nombres, ya que las únicas canciones dedicadas directamente fueron la de Marco y la de mi Luis Edgar.

Ha sido de las mejores noches, me agradó que fuera precisamente él quien estuviera a mi lado esa noche y haberla disfrutado juntos como tantas otras cosas.

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