Aniversarios y Reencuentros

Todos los aniversarios son especiales y lindos, pero es aun mas significativo un Aniversario Sacerdotal de 20 años, si de por si la vida es difícil para uno cuando está cerca de familiares y amigos, para ellos, los sacerdotes, es un tanto más de sacrificio por estar prácticamente solos al servicio de los demás y, ¿quién está al servicio de ellos?; ellos escuchan, consuelan, ayudan, apoyan, salvan almas y conciencias y a ellos?. Mi familia, desde que yo me acuerdo, ha estado en trato constante con sacerdotes; son amigos de mis papás y míos también, y precisamente uno de ellos festejó un año mas de una difícil vida al servicio de los demás colmada de enfermedades y desilusiones constantes como las de cualquier ser humano. Una bendición a todos ellos porque es precisamente una bendición tenerlos como Amigos. Hoy fue la celebración; llegué tarde a la misa (como siempre), me paré a un ladito de la puerta porque eso estaba a reventar e inmediatamente escuché cantar al coro volteé a ver quienes cantaban y me encontré con que era uno de mis más grandes amigos que hacia cuatro años o tantito mas no lo veía. Al terminar la misa fui corriendo a la sacristía para cubrir todos los momentos kodak que se presentaran y ahí me lo topé otra vez, me le acerqué y le pedí que me diera su autógrafo; él sorprendido me vio y en cuestión de segundos me reconoció, nos dimos un calido abrazo, me preguntó si iba el Tigre, hice una mueca de resignación y le explique porqué él no estaba ahí, conmigo y de ahí hasta el final de la pachanga con mariachis y toda la cosa, hablamos de mi vida y de la gente que en aquél entonces conocíamos y de la que yo ya ni me acordaba, de los recuerdos de los cuales yo, por mas que me esforcé, no pude recordar y las locuras a las que nos atrevimos en los años de pubertad adolescente. Me enteré que ya no es seminarista pero tiene la firme convicción de luchar para ser aceptado de nuevo y, por supuesto tiene muy buenas palanquillas. Le hable de mi vida y lo que había pasado en ella en estos cuatro años sin vernos y, durante la platica, no mostraba mas que expresiones de sorpresa e incredulidad por todas mis tragedias y lo que he venido haciendo frente a ellas. Me aconsejó, me comprendió y nos despedimos ya cuando sólo quedaban alrededor de 15 personas con un fuerte abrazo, un beso y un hasta pronto que de verdad espero que suceda. Te quiero Miguelito (El Flaco). Gracias por tus palabras. ¡¡¡FELICIDADES A MI PADRE ADOPTIVO: PBRO. OCTAVIANO MARTINEZ RODRIGUEZ.!!!