lunes, agosto 07, 2006

No que no llovía en el Desierto?


El jueves llegó una invitación precipitada del gordo Pedro para irnos a Cuatrociénegas a llevarle el carro al Padresío y aprovechar para pasar unos díitas con él antes de que parta a otro lugar del mapa que aún no sabemos cuál es.
Antes de irnos tuve que rogar un permiso, el cual conseguí gracias a la interseción del Padre Octaviano (quien por cierto está hoy recién operado, Dios quiera que todo resulte sin complicaciones), parece que confía más él en mi que mi propia madre.
Mientras hablábamos del asunto sonó mi cel: "realmente no estoy tan solo quién te dijo que te fuiste", para saludarme y preguntar cómo estaba y qué era de mi vida, las tripas se me voltearon al revés y ni siquiera podía hablar bien porque en mi boca estába dibujada permanentemente una sonrisa.
A la hora de partir llegó una fuerte tormenta y decidimos esperar y al ver que la lluvia no paraba nos juimos sin importar el mal tiempo y pensando que era nada más en el Saltillo, que ya después nos tocaría ver el sol pero nanai la lluvia siguió hasta que llegamos a Monclova donde, al parecer, apenas se habían retirado las nubes.
Nos perdimos en Frontera porque gordo en vez de dar pa´ya dió pa´ya y ya no supimos a donde fuimos a parar.
Llegamos sanos y salvos a Cuatrociénegas y después de escuchar casi todo el camino al "Sonido Master" disque para ir entrando en ambiente, según Pedro.
En la noche nos fuimos al baile de coronación, el cual me atrevo a decir que estuvo divertido. Ver a los pubertines y no tan pubertines hacer nacadas como quitarse los zapatos entre tanto terregal para bailar "a gusto", a las niñas con los zapatos sin combinar con el vestido y con unos peinados extravagantes pero nobles nobles como la gente del rancho. Gordo y yo estábamos divertidísimos, compramos cheve y nos fuimos al cañón pero lo que estuvo cañón fue ver las estrellas porque las nubes ni madres que nos dejaron verlas.
El viernes estuvimos de hueva total, todos hechados en la cama y en el colchón viendo la tele turnandonos cama, sillón y colchón pa que no se nos borrara la raya.
Ya en la noche se nos ocurrió ir a la feria donde no había mucha gente pero estaba chida, para empezar no cobran entrada, todo todísimo esta baratísimo, pero claro lo mas importante de todo es que la cheve esta en $15 pesitos, cosa que aquí en Saltillo jamás se verá. Rondamos un rato por la feria cuando llegó el agüacero, por suerte estábamos en los carros chocones y logramos invadir territorio para no mojarnos. Claro a mi me tragaron porque llevaba short y chanclas pero dónde me iba a imaginar yo que llovería si "en el desierto no llueve".
La lluvia nunca se disipó asi que nos aventuramos a correr porque Pedro no me quiso cargar hasta llegar al carro y oh! sorpresa el carro estaba en un bado lleno de agua y el gordo se tardo horas en ir por él mientras Miguel y yo esperábamos bajo la lluvia, llegué a la casa empapada y con un fuerte dolor de garganta, me empastillé, cené y me retiré a mis aposentos después de reirme un poco de lo que nos pasó.
El sabado nos dimos un chapuzón en una de las Cuatro ciénegas "Los Mezquites", que siempre visitamos cuando andamos por aquellos rumbos. Pasó algo raro en el agua que hizo que me asustara y me saliera porque dije no vaya a ser el mounstruo del lago Ness.
Luego en la noche teníamos boda, busqué mis mejores trapos porque no llevaba mucha ropa y menos de gala y llegamos al salón, para mi sorpresa yo era una de las mejores vestidas ya que la novia con su vestido "rosa", si rosa, había ganado el primer lugar de abajo pa arriba.
La cena of the nabe, la musica of the nabe, el lugar of the nabe, la gente of the nabe. Ah pero como nos divertimos tirandole la garra a todo el mundo, porque claro como eramos los citadinos todos nos hacían reverencia además porque eramos los amigos del Padre.
Después de dar unos cuantos pisotones ahora si nos fuimos a la feria a comprar cheve porque en el bodorrio se terminó y allí ya no teníamos nada que hacer; la feria estuvo mas mejor que ayer porque había muchísima gente y de todas las clases sociales, claro nosotros estábamos entre los güeritos y guapitos JA. Luego de sentir el calor de las cheves a las 3 am, como vimos el cielo despejado, nos juimos al cañón a ver las estrellas y a pedir deseos.
Llegamos y era impresionante, digo ya había estado antes ahí, pero cada vez que voy vuelvo mas enamorada y no precisamente del lugar. Es tan bonito ver tanta estrella y no poder contarla porque se te pierde la cuenta, cuando aquí es facil llegar al cincuenta.
Admiramos el paisaje, escuchamos el sonido de la naturaleza, miamos los arbustos, pedimos nuestros deseos y nos fuimos a dormir.
El Domingo de regreso a casa después de comer un riquísimo pozole con la crema y nata de la sociedad de Cuatrociénegas "Los Cantú", muchas gracias por sus atenciones.
Llegué y tuve la mala noticia de que uno de mis peces había muerto y lloré tantito, pero hoy llegué y otro también estaba muerto y lloré mucho mas porque era el que mas tiempo tenía conmigo y con el que había inagurado mi pecera, además se llamaba Eddy. SNIF!!!
Pero la vida sigue...

2 comentarios:

Vicky ZR dijo...

Mazter??'

No no no, lo de hoy son las cumbias villeras, ya te pasaré algunas, jajajajaja.

Gilberto Flores dijo...

Ya se no manches Mazter dejaselo a la mama de vicky jajaja
y como que deben de salir mas seguido de la ciudad pa que conoscan de perdis el cielo jajaja ntc te cuidas bye