Bienvenidos Psicologos e Intentos de

La noche del jueves para mitigar un poco la carga emocional y laboral que se nos impone en la Escuela, se organizó un baile de bienvenida. Estuve considerando seriamente el no ir porque moría de sueño, cansancio, hambre y empezaban a aparecer en mi los signos de una gripe. Creo que he estado somatizando todas mis tensiones, se me dificulta terminar la comida aún cuando muero de hambre. Salí temprano de la escuela y después de una siesta me bañé, me peiné, me perfumé e intenté ponerme linda porque "uno nunca sabe cuando va a encontrar al amor de su vida". Yo iba decidida a no beber más que la cheve que regalaban por la compra del boleto y a llegar temprano a mi casa por mi responsabilidad en el hospital al día siguiente. Llegamos y nuestra influencia con el organizador del evento hechó abajo mis buenas intenciones ya que quién sabe como logramos una mesa reservada, comprar dos cubetas de cheve más las patrocinadas por admiradores de Ale y el propio Jaime (organizador). La gente estaba agüitada, nada que ver con nosotros; nuestra mesa era la del mejor ambiente. Cansados de la silla corrimos hacia la pista y las cosas se pusieron aún mejor, nos dimos una divertida como las de siempre porque la neta somo chingones como diría mi muy estimada Dra. Jana Petrzelova. Nuestro sentido de mujer nos alertó sobre un chico guapo que estaba cerca muy cerca de mi y al cual se le notaban intenciones de embonar en nuestro circulo pero yo no me atrevia a ser la anfitriona y se lo impedí a Vicky cuando ´luego de un rato llegó solito. Se los presento: Roberto de 20 años, estudia diseño gráfico, es de Monclova. No más no le hagan caso a la foto porque su guapura me opaca además del efecto del alcohol.

Lo que me agüitó fué ver a Muerdelamano juntita juntita con Javier un tipo nuevo en el salón y mi pregunta era y ¿David?; que pasó, no resultó y de qué se trata de que todo le salga bien a la pinche? y a una que trata de ser, no buena pero menos mala persona le va como en Pakistán.

Vicky extendió sus brazos hacia mi y eso bastó para que mis lagrimales empezaran a trabajar. Luego se acercó Ale y en seguida Toño quienes me hicieron ver que tarde o temprano las cosas se pagan y que de lo único que pudieramos estar casi seguros es de que ella preferiría estar con nosotros que tener una pasarela de tipos. Es algo de lo que no estoy muy convencida y me duele por mi y me duele por ella y me duele por todos.

Claro no por eso dejó de ser una buena velada. Aunque al día siguiente no pudiera levantarme para ir al hospital.

Las palabras de Toño fueron muy importantes para mí, sobre todo escucharlas de su boca, si tiene madera para ser psicólogo aunque muy en el fondo, ojalá que esta última oportunidad que se le presenta funcione.