lunes, diciembre 11, 2006

Un nuevo reencuentro

Hacía tanto y tanto tiempo que ni siquiera de lejos veía a mis grandes e importantísimas amigas de la secundaria, que, por cosas del destino, vinieron siendo las mimas de la prepa y con quienes formé lazos muy fuertes que, ahora y teniendo la oportunidad de vernos, me doy cuenta de que no se han visto afectados con el paso del tiempo.
El sabado cumplió años una de ellas, que es de las pocas que logra reunir a la mayoría de nosotros, que si somos muchos.
Era abrazo tras abrazo, beso tras beso y anécdota tras anécdota. Nos dimos cuenta de cuánto hemos cambiado, nos dijimos nuestras similitudes y diferencias de "Aquellos tiempos, nuestros buenos tiempos" donde nada nos preocupaba más que pensar en cómo hacer para corrernos las clases sin que nos cacharan e ir a pasar la mañana entre películas, palomitas, coca y música (porque en aquellos tiempos sí eramos sanas) en casa de Cynthia.
En fin, la noche transcurrió tranquila pero divertida, de esas noches "raras" pero satisfactorias también y con el Licenciado Martínez acompañándome, no me hacía falta nada más; me sentí aún mejor cuando de sus labios alcancé a escuchar "Hoy me la pasé muy bien".
Durante la despedida llegaron mis papás y mamá salió ay saludó amablemente, cosa que me gusta me gusta aunque la ansiedad de Luis Edgar no disminuye mucho al enfrentar estas situaciones.
Seguiré con este proceso que en psicología se denomina "desensibilización sistemática".

1 comentario:

Anónimo dijo...

Seeee, luego las mamás la sorprenden a una con su actitud. Digo, mujeres de comportamiento extraño somos todas a final de cuentas, jaja.