Fué el momento...
para aclarar las cosas, para mostrar mis múltiples inconformidades, para decir lo mal que me había estado sintiendo con la situación de la no-relación. No era que no la disfrutara era que no la quería así, no así; los momentos buenos eran maravillosos, los momentos malos eran nefastos por que ambos huiamos.
A veces quería pelear, quería gritar y salirme de mi misma, quería un conflicto, una discusión para luego abrazarnos y contenernos uno al otro y todo volviera a la normalidad pero sabía que ese tipo de escenas no cabían en la no-relación y me aguantaba cuanto podía.
El sabado tenía miedo si, pero estaba decidida a ponerle fin a lo que noche a noche me robaba el sueño y una vez que lograba conciliarlo, lo invadía.
No sabía lo que iba a pasar, no esperaba que pasara nada; tantas veces esperando me hicieron hacerme a la idea de que esta vez sería "diferente", algo cambiaría, algo no volvería a ser lo que era.
Los planes con los amigos comenzaban a desmoronarse, el licenciado me invitó a cenar en su casa con su familia, titubeé pero como casi siempre accedí. Llegué puntual como siempre y estuvimos completos, la gente amable como siempre me hizo sentir a gusto aunque yo no dejaba de sentirme "extraña", estuve todo el tiempo enfrente de Luis Edgar quien, en frecuentes ocasiones, me hizo conciente la hostilidad que desplazaba hacia el y es que yo suelo ser asi, muy sutilmente puedo ser altamente hiriente, la mayoría de las veces sin querer o mejor dicho queriendo pero no concientemente.
Su idea era hablar ahí, en su territorio, en el cual obviamente yo no me sentía segura y opté por correr a un terreno mas familiar, mi casa.
Una vez ahí era imposible evitar la conversación lo cual, por supuesto, ninguno de ambos quería.
Pude con mucha tranquilidad y paciencia hablar, incluso en algunas ocasiones el me ayudó a encontrar las palabras adecuadas.
Repito, yo no esperaba lo que minutos después salió de su boca; una petición para comenzar una relación formal, algo que un tiempo atrás si esperaba. Sus palabras fueron muy lindas y convincentes asi que con miedo y todo accedí ante la aseveración de que me daría la seguridad que necesito; que ambos haríamos lo posible por que esto funcione.
De verdad deseo que las cosas funcionen y resulten como esperamos ambos, quiero mucho mucho a ese tipo y aunque es cierto que algunas cosas no me gustan de el existen otras tantas que logran mermar las anteriores.
Lo bueno de estos días: que las circunstancias nos han permitido compartir cosas que antes no.
Lo malo: que mi, ahora, novio esta muy ocupado con asuntos de su graduación y su tiempo es muy poco para mi.
Lo que espero: que pronto pase esto para que yo pueda disfrutar de su presencia por mas y mejor tiempo...
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