De las cosas que me causan risa

Anoche pretendíamos salir para desempolvarnos de lo aburrido de nuestras casas, había dos que tres gentes invitadas pero mis amigos son tan predecibles que a fin de cuentas terminamos en el Merendero no´más mi Mana y yo como hacía mucho tiempo no salíamos.

La pasamos muy bien, yo diría que demasiado bien, más de lo que esperábamos; empezando por la deliciosa bebida "luces de la habanna" que probé, continuando con la promoción de barra libre que había para las nenas y la cual aprovechamos finamente, es decir, ni una cerveza pa que valiera la pena, digo siempre tomamos cerveza y esta vez que teníamos la oportunidad de probar variedades, lo hicimos.

Al llegar empezamos a ponernos al tanto de los últimos chismes, anécdotas y experiencias que en presencia de otros no podemos contarnos, con ellas nos reímos, nos regañamos, nos asombramos y nos aconsejamos una a la otra.

En seguida, a observar como todas unas buenas psicólogas la situación y las personas; nos encontramos con cosas "raras": un numeroso grupo de personas del sexo masculino solamente captaron nuestra atención y rapidamente nos formulamos dos hipótesis o eran de esos machos que un dia dicen "salimos sin viejas" o eran de esos hombres que pertenecen a esos clubes que apoyan el pacto de solidaridad jajaja; lo siguiente fué un pequeño grupo de mujeres como de la edad de mi abuelita solo que mucho mas deshinibidas que ella, digo, al menos mi abuelita no baila con otra mujer sexosamente guiuuu!!!! ni se pone hasta las chanclas, la Mana y yo pensamos " ¡Qué oso que tu mamá llegue así de ebria a tu casa!!".

También el borrachito simpático que insistentemente deseaba bailar con la Mana y permaneció perseverante aunque no alcanzó más que una fuerte bateada.

Y por último y lo que me dió mas risa, el capitán de meseros hechandome los perros descaradamente y, que se entienda que yo no provoqué nada; digo, ha pasado que mis amigas y yo socializamos coquetamente con algunos meseros para conseguir ciertas atenciones especiales pero que un mesero viniera hasta mi para decirme que tenía una sonrisa preciosa, que estaba hermosísima y además proponerme ser socia de sus propiedades y hacerme feliz jajaja, nunca me había pasado; lo que se le olvidó preguntarme fué si ya era yo feliz, a lo que la respuesta hubiera sido un rotundo SI.

Después de escuchar durante una hora canciones del mariachi mi mana y yo salimos riendo y lo hicimos durante todo el trayecto a nuestras casas repasando lo sucedido y muy satisfechas con nuestra salida, me acuerdo y aún me da risa :) A ver que día lo repetimos Mana!!!! jaja.