lunes, julio 16, 2007

Cuando alguien se va...


Hace unos días tuvimos la desagradable noticia de que un amigo de mi amigo Toño había fallecido a causa de una salvaje pelea justo allá en el barrio que yo tanto extrañaba; a este tipo de sucesos me refería cuando hablaba del motivo de mi mudanza en post anteriores.

El muchacho, fiel compañero de fiestas de Toño era un excelente taekwondoin, yo no tuve el gusto pero a según que no era mal viviente, claro, sin ponerle una aureola porque es muy común eso de que cuando la gente se muere resultó ser un santo en vida.


A lo que viene este post es que vi a mi amigo, Toño, como hace unos cuantos años estaba yo. Dios me libre de perder un amigo por segunda ocasión, aquella fue en extremo difícil de creer para empezar, luego esa esperanza que el ser humano tiene de que todo resulte ser una broma de mal gusto o una pesadilla de la cual se despierta y se le palmea en la espalda con un fuerte abrazo a la persona protagonista sintiendo un gran alivio de tenerla aquí.

Pero la realidad es otra, una muy dura, difícil y rechazable. Cuando llega la noticia de que un amigo se ha ido sientes como el piso se aleja de tus pies, como tu cabeza da muchas vueltas, no sabes si reírte y pensar que es una broma o en ese momento soltarte llorando y creer que es cierto; es peor cuando aunque quieras no puedes romper en llanto sino hasta unas horas mas tarde cuando cada momento que pasa viene a confirmarte lo que no deseas, que tu amigo esté muerto.

Pero es que ¿cómo aceptar que una persona a la que quieres tanto se ha alejado de ti para nunca volver y además nunca te preparó o te avisó sobre ello?, ¿cómo un día antes hablaste con el y ahora por mas que tus palabras fluyan las de el no lo harán? Y las preguntas que rondan durante todo el proceso del duelo son ¿por qué estuviste ahí?, ¿por qué el?, ¿por qué no te defendiste o corriste o hiciste algo por tu vida!!!? ¿por qué estuviste en el momento inadecuado a la hora inadecuada y en el lugar inadecuado?. Todo esto hasta reclamándole a él mismo, tu amigo, por qué te dejó.

Es muy difícil, creo que nadie puede entender el dolor insufrible que vive una persona al perder a un amigo hasta que lo pierde; conozco gente que nunca ha pasado por esta devastadora experiencia y les he hecho ver lo afortunados que han sido al no haber perdido a aquel con el que siempre contaste, aquel con quien muchas veces te sentiste identificado, con el que peleaste, con el que te reconciliaste inmediatamente porque era necesario tenerlo cerca, aquel con el que agarraste el pedo ¿por qué no? Esos son los mejores, aquel que te regañó porque la regaste gacho, aquel que te dio un abrazo cuando era lo único que necesitabas para seguir adelante.

Felicidades a quienes nunca han perdido a alguien tan especial como un AMIGO y a quienes si mis condolencias y ánimo para disfrutar a los que todavía están con nosotros.








A mis amigos: los quiero muchísimo, gracias por tantos innumerables momentos agradables y desagradables también jaja.

No hay comentarios.: