jueves, enero 17, 2008

Cuando las cosas no le salen bien a Marisol

A pesar de que en sumadas ocasiones las circunstancias no le permiten llevar a cabo las cosas como ella quiere, Marisol es una persona que jamás se ha acostumbrado a la frustración. Ahora es una de aquellas veces en las que pierde el control a veces al grado de ponerse en riesgo ella misma.
Desde una noche anterior a su examen para ser aceptada en un curso de psicología (materia que le apasiona sobremanera) comenzó con los preparativos necesarios desde cuestión física como remedios para un fuerte dolor de garganta que le acosaba asi como para aquellos conocidos dolores abdominales que experimenta con frecuencia bajo tensión o a causa de la biología femenina, hasta, los preparativos necesarios en cuanto a papeleo se refiere (visa, pasaporte, acta de nacimiento, elección de clase, croquis para llegar a la escuela entre otras); asi al dia siguiente sin prisas ni contratiempos todo estaría en orden; durmió inquieta a causa de tales remedios y de lo nerviosa que estaba por el examen; además al escuchar tantas opiniones acerca de lo que se esperaba de ella tales como "yo se que tu puedes" "nosotros sabemos que lo lograrás" "vas a poder, tu siempre has podido" la hacían sentirse comprometida con los demás y con ella misma, a demostrar algo que temía no poder demostrar.
A la mañana siguiente despertó muy a tiempo y se arregló; volvió a revisar sus papeles una vez mas para estar segura de no olvidar nada, pidió instrucciones sobre la dirección del lugar y partió con mucho tiempo de anticipación como es su costumbre para no llegar tarde, nunca se permitiría llegar tarde a nada que para ella fuese tan importante como esto. Finalmente en el lugar se dió cuenta de que efectivamente, estaba 15 minutos antes de lo previsto y mientras decidió llamar a su mamá para escuchar las ultimas palabras de aliento antes de entrar al examen, y asi fué. Una vez situada en su computadora y después de llenar unas cuantas formas se dispuso a iniciar, conforme el tiempo avanzaba creía que el examen era sumamente fácil pero se repetía a ella misma que "todo podía pasar" asi que era mejor ir con cautela y despacio.
Terminado el procedimiento los resultados vinieron inmediatamente a lo que seguía ir con la directora de admisiones quien una vez anterior, y esta también, se portó sumamente amable con ella y le guió hacia los siguientes trámites que fueron ir con una especie de consejero para que la orientara sobre los cursos a los que podía aspirar; un poco más tranquila se dirigió hasta donde el consejero quien después de revisar los papeles se limitó a escribir. Marisol se encontraba disgustada, con el ceño fruncido porque para ella no cuadraba lo que leía mientras la otra escribía; se limiró a preguntar "¿podré tomar la clase de psicología?" a lo que le respondieron "no creo, tu nivel de inglés no esta mal pero la clase es difícil y no creo que entiendas del todo asi que tu opción es inlgés". Como era obvio Marisol no estuvo del todo convencida y pidió checarlo y volver mas tarde.
Marisol suele ser demasiado emotiva, y esta ocasión no fue la excepción, aún caminaba por el campus hacia el estacionamiento cuando ya rodaban por sus mejillas algunas lágrimas, las cuales, debido al aire helado, tornaron su cara tan fría como el clima. Se sentó dentro del coche y pensó. Lloró por unos momentos y decidió irse a casa. Pero era tanta la frustración y la decepción que tomó el camino equivocado a casa, pasó kilómetros y kilómetros sin darse cuenta de que iba en dirección opuesta hasta que logró regresar a la realidad y al momento en el que estaba viviendo para darse cuenta de que estaba perdida, decidió no alarmarse pero su mente no la obedeció, siguió y siguió hasta que aceptó que no podría resolverlo sola, estaba tan confundida que ni siquiera podía recordar qué hizo o qué camino tomó para llegar hasta ahí asi que llamó a quien ahora funge como mamá; después de algunas instrucciones y de alrededor de una hora perdida, Marisol se encontraba camino a casa; decepcionada aún y con una que otra lágrima rodando en sus mejillas, necesitando un abrazo, "deseando" un abrazo en el cual poder derrotarse y decir "no pude".
Ahora esta un poco mas tranquila, al llegar a casa encontró palabras de aliento de casi todos quienes habitan ahí, sabe que "necesita y que debe" levantarse pero por ahora desea quedarse ahi donde está vivir la derrota para luego poder pasar a algo más, tal vez no exactamente lo que ella quiere pero al fin algo... Entiende que por algo pasan las cosas pero, como toda persona, teme que sus sueños no se vean realizados...